Isabel Muñoz es una fotógrafa de retrato de relevancia internacional que considera que los cuerpos hablan como si fueran libros y que si bien la sonrisa puede engañar, los ojos nunca pueden hacerlo. Sus obras son reflejo de una mirada en permanente búsqueda. Para Isabel Muñoz la fotografía cuenta cosas, como un lenguaje.
Isabel Muñoz nació en Barcelona, aunque a los veinte años se trasladó a Madrid.
En 1979 decidió hacer de la fotografía su profesión matriculándose en la escuela Photocentro de Madrid inspirándose por sus fotógrafos de referencia que fueron Ramón Mourelle y a Eduardo Momeñe.
Empezó a recibir encargos poco después, para prensa y publicidad. Y también para el cine, de la mano de Tote Trenas, quien la introduce en el mundo de la fotografía para cine. En esa época realiza la fotofija de algunas películas.
En 1982 se marchó a Nueva York para seguir ampliando su conocimiento y estudios. Su meta era encontrar un soporte idóneo para reproducir la piel, por lo que continuó en Maine sus estudios con Craig Stevens, con Robert Steinberg y con Neil Silkirk. Regresó después a Nueva York para estudiar el gran formato en el International Center of Photography.
En 1986 regresa a Madrid y realiza su primera exposición, Toques, en el Instituto Francés. Entre 1990 a 2007 se dedica a recorrer el mundo con el objetivo de intentar compartir sus emociones y trabaja como reportera y fotógrafa. A través de la danza realiza trabajos en Cuba, Burkina Fasso, Mali, Egipto, Turquía y con el ballet de Víctor Ullate. En años posteriores continúa viajando a sitios como el Sureste asiático, México, Irán, Irak, Siria, Turquía o Etiopía, para conocer y reflejar temas sociales como el tráfico de niños, las tribus urbanas, la violencia y la tragedia de la immigración, entre otros.
Durante un viaje a Tailandia, mientras corría tras una procesión para hacer fotos, sufrió un accidente: una caída que le provocó la rotura de una vértebra. Tuvo que pasar por la mesa de operaciones y un largo proceso de recuperación, largo y duro. La rehabilitación duró hasta noviembre de 2016 y le hizo darse cuenta de lo efímera que es la vida, ha seguido a partir de entonces su carrera profesional con nuevas exposiciones en las que el cuerpo, la diversidad cultural y el medio ambiente son temas predominantes.
Documental ''Imprescindibles''
Del documental Imprescindibles lo que más me ha llamado la atención que desde pequeña le gusta observar, y esto se refleja en sus fotografías ya que muestran formas y texturas detalladas. También me parece interesante su idea de dar voz a quienes no la tienen, esto lo podemos ver en su viaje al Congo donde fotografía mujeres que han sido violadas y maltratadas, y a las personas que viven en condiciones deplorables. La empatía que practica con estas personas, ya que se esfuerza no solo por fotografiar si no también por conectar con ellos y ellas, reflejar sus historias, y darles una voz que la gente escuche.
Su curiosidad fue la que la llevo a viajar al Congo, especialmente por la investigación que tenia del ser humano, de sus formas.
Isabel fotografía gente que experimenta con sus cuerpos como actores y actrices porno, bailarines y sadomasoquistas entre otros. Cada foto es un momento experimental, con una forma no solo artística si no también científica.
Obra
Esta foto captó mi vista de inmediato ya que la relacione con historia se esclavitud, la forma en la que sólo se le cubre de la cintura para abajo, pero está descalzo y con las manos atadas y sin poder ver, me recuerda a como mantenían a los esclavos los colonizadores.
Para mi la foto representa una forma de rechazo a la sociedad, nos da la espalda quitándonos importancia pero está desnuda, lo que representa vulnerabilidad, pero luego al mismo tiempo lleva una máscara con la que "nos da la cara" pero realmente sigue estando de espaldas, ignorandonos.
Una fotografía en formato vertical y a blanco y negro de la serie Metamorfosis en la que podemos ver un cuerpo desnudo sin cabeza colgando del cuello de una estructura en la parte superior de la fotografía. Todo esto sobre una fondo natural, vemos la orilla de una playa en la parte inferior pero mayormente vemos las nubes.
Lo que infiero de esta fotografía es como el mar y el cielo representan la libertad, la paz y una posible felicidad. El cuerpo seríamos cada uno de nosotros, mirando hacia esa libertad, de la que estamos muy cerca pero ya de qué sirve si estamos colgados y hemos perdido la cabeza.
Observamos una foto en formato horizontal, a blanco y negro, pero predomina el blanco. Hay un caballo sentado en medio de la foto y mirando hacia un costado, está sobre un fondo muy claro o blanco. Se pueden observar los detalles de las patas y músculos del caballo.
Observamos una foto en formato horizontal, a blanco y negro, pero predomina el blanco. Hay un caballo sentado en medio de la foto y mirando hacia un costado, está sobre un fondo muy claro o blanco. Se pueden observar los detalles de las patas y músculos del caballo.
Esta fotografía me pareció curiosa y graciosa porque no sabía que los caballos podían sentarse así. Pero lo que infiero de la posición y los colores es la esperanza. Si bien la fotografía anterior es una llegada a la libertad pero al coste de ser un cuerpo inerte. Esta me representa una espera de que esa libertad deseada llegará. Los caballos suelen ser símbolo de libertad y el color blanco de esperanza.
Foto homenaje
